Pero nuestro viaje continuaba y teníamos muchas ganas de seguir descubriendo tierras americanas.
Nuestro siguiente punto del mapa seria Death Valley, no habíamos tenido suficiente calor que nos adentramos en el Valle de la Muerte para achicharrarnos como pollos asados.
Teníamos muy claro que visitaríamos este lugar ya que nos pillaba de camino hacia Yosemite y queríamos exprimir el viaje y visitar todo lo que nos fuera posible.
Llegamos a Beatty, donde aprovechamos para llenar el deposito y comprar agua suficiente para sobrevivir.
Nuestra entrada al parque fue a traves de Hells Gate, nose muy bien porque elegimos esta pero así fue. Aquí nos encontramos unas casetas vacías por lo que decidimos continuar el camino hasta el Furnace Creek Visitor Center donde compramos la entrada de 20$ por coche y nos dieron un mapa.
Una vez listos comenzamos nuestra visita recorriendo la carretera 178 y nuestra primera parada fue el Golden Canyon.
Hay un desvío a la derecha donde dejar el coche y te marca la entrada al cañón, merece la pena a pesar del calor adentrarse un poco para ver lo bonito que es con sus paredes color oro, de ahí que tenga ese nombre, aunque nosotros tampoco quisimos adentrarnos demasiado por el calor que hacía.
Desde aquí volvimos a coger el coche y fuimos al siguiente punto que es la Artist Drive que si os fijáis en el mapa es un pequeño desvío con un única dirección en la que podemos ver rocas de distintos colores en su parada Artist Palette.
El siguiente punto de esta carretera fue el Devil´s Golf Course, un paisaje desolador donde no puede crecer ningún tipo de naturaleza ya que se trata de formaciones salinas. Las vistas del valle son espectaculares.
Para llegar hasta aquí hay que salir un poco de la carretera y recorrer un camino sin asfaltar.
La siguiente parada es una de las más conocidas del parque. Se trata de la Badwater, es el punto más bajo y se encuentra a 85 metros por debajo del nivel del mar pero para encontrarnos por debajo del mar no se ve nada de agua debido a las altas temperaturas lo que hace que nos deje una gran explanada de sal. En algunos agujeros del suelo encontramos un poco de agua que estaba ardiendo.
Es el punto de mayor concentración de calor, casi se nos hizo insoportable pero aún estuvimos un buen rato haciendo fotos y contemplando el paisaje.
Volvíamos a coger el coche y a deshacer el camino por la misma carretera hasta llegar de nuevo al cruce de Furnace Creek para esta vez tomar el desvío de la carretera 190.
Nuestro siguiente punto sería el Zabriskie Point , podemos dejar el coche en el aparcamiento y hay una pequeña subida para poder ver todo el paisaje, unas formaciones rocosas impresionantes con diferentes colores. Un lugar realmente impresionante.
Siguiendo la carretera, un poco mas adelante tomamos un desvío para dirigirnos a Dantes View, es el punto más alto que visitamos en Death Valley, se encuentra a 1669 m, Una vez arriba nos encontramos con un mirador desde donde podemos contemplar toda la zona de la Badwater, las vistas son maravillosas y os recomiendo que no os vayáis de aquí sin visitar este punto ya que es uno de los imprescindibles.
Volvíamos de nuevo hasta la carretera 190 pero ahora la recorreríamos en sentido contrario, ya dirigiéndonos a la salida el primer punto que nos encontramos es el Stovepipe Wells, aquí es donde realmente te das cuenta de que estas en mitad del desierto, ya que nos encontramos con un paisaje cubierto de arena y dunas.
Nos despedíamos de Death Valley y cogíamos la salida de Lone Pine, nosotros nos dirigíamos a Mammoth Lakes donde haríamos noche y todavía nos quedaban 2 horas y media para llegar.
Decidimos alojarnos en este pueblo ya que se encuentra a las puertas de Yosemite que visitaríamos al día siguiente.
Cuando llegamos ya era de noche y notamos el cambio de temperatura de Death Valley a aquí, vaya frío, así que nos dirigimos al hotel para abrigarnos y salir a dar un paseo y cenar. La recomendación en el hotel fue que no dejáramos comida en el coche ni basura en la calle ya que hay bastantes osos que salen por la noche en busca de comida.
Nos dirigimos a una plaza central muy pequeña pero tan bonita, parecía que nos encontrábamos en navidad cuando estábamos en pleno Verano.
A la vuelta hacia la carretera en busca de algún sitio para cenar nos perdimos un poco por sus calles, con lo oscuras que están y que se encuentran en medio de la montaña y solo se ven arboles, lo único que se me pasaba por la cabeza eran los osos de los que nos había hablado el señor del hotel, creí que iba a ser devorada por un oso gigante pero no! conseguimos llegar enteros hasta la zona del hotel y allí en la carretera principal encontramos un sitio genial para cenar, comimos una de las mejores pizzas del viaje, en el John´s Pizza Works.
Después de cenar no quedaban más fuerzas así que nos fuimos a dormir que todavía quedaban días muy intensos.
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